CARCEL COMÚN Y EFECTIVA PARA LOS GENOCIDAS Esta tarde el TOF Nº1 de La Plata abrió nuevamente sus puertas para celebrar una audiencia pública presencial de masiva concurrencia popular, y dictó sentencia sobre los genocidas Etchecolatz y Garachico por la causa conocida como "pozo Arana". "Etchecolatz dijo que es inocente, que él no hizo nada de lo que se acusa en este debate y que entiende que se ha violado el proceso de la Constitución Nacional", transmitieron desde la Clínica donde se encuentra internado. Y a su pedido de impunidad se sumó, por supuesto en la misma línea, Garachico: "De lo que se me imputa soy inocente y desconozco a las personas que están en el juicio. No conozco a esas personas. Se me acusa de algo que no tengo nada que ver”. Pero la historia demuestra lo contrario, y a veces las sentencias se acercan un poco al pedido de justicia que nos trasciende como generación y es, evidentemente, parte de un clamor internacional. Los jueces hicieron lugar a una serie de medidas reparatorias solicitadas por la fiscalía y las querellas, entre las que destacamos la desafectación del predio de Arana para convertirlo en sitio de memoria, y que el EAAF avance en las excavaciones de los terrenos de lo que fue la estancia La Armonía, donde hoy funciona el Regimiento 7. Pero no fue todo así de justo, puesto que Garachico continuará cumpliendo sus penas con el beneficio de la prisión domiciliaria que, evidentemente luego de saber que se percibe inocente, hace tambalear la seguridad de nuestra sociedad reclamando revancha. Recordemos que a Etchecolatz el beneficio de la prisión domiciliaria se le retiró por manifestaciones populares, por haber fijado domicilio cerca del domicilio de una víctima, y por tener en el domicilio de reclusión armas de fuego a disposición. No obstante los comportamientos que hemos sufrido de los genocidas con el beneficio de la domiciliaria, parece que algunos Tribunales aún no están seguros de su peligrosidad para el presente y el futuro de nuestra sociedad. "Llegar a una sentencia tiene como algo a destacar, mostrar la enorme persistencia de nuestro pueblo en el reclamo permanente por memoria, verdad y justicia”, palabras de nuestra compañera Guadalupe Godoy miembro de la LADH y abogada de Julio Lopez. Finalmente, la condena fue a Etchecolatz por coautor del homicidio calificado por alevosía, por el concurso premeditado de dos o más personas en perjuicio de Norberto Rodas y Alejandro Sánchez, y a Garachico por los homicidios de Patricia Dell Orto, Ambrosio De Marco y Norberto Rodas, y la privación ilegítima de la libertad y aplicación de tormentos a Patricia Dell Orto, Ambrosio de Marco, Norberto Rodas, Alejandro Sánchez, Francisco López Muntaner, Guillermo Cano y Jorge Julio López. Además, seguirán las audiencias por la causa Hermanos Ramírez y Operativos (La Plata). Celebramos con la angustia de aún no encontrar a Jorge Julio López, y a sabiendas que estos juicios deben continuar con el objeto de que en Argentina y el mundo no avancen los grupos genocidas, racistas, xenófogos que hoy aprovechando la desesperación, se alzan como opciones de desarrollo y futuro. FUERON 30.400 COMPAÑERXS NUNCA MÁS
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