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DOCUMENTO DE LA ASOCIACIÓN DE SOBREVIVIENTES, FAMILIARES Y COMPAÑERXS DE CAMPO DE MAYO


Compartimos el documento leído en la última visita al ex ccdyt El Campito.


Intento de magnicidio y la continuidad del terrorismo de Estado por falta de justicia.

Al Pueblo.

Mucho se ha hablado en estos días del intento de magnicidio contra la vicepresidenta de la Nación Argentina. Un hecho altamente repudiable desde el punto de vista humanitario, político e institucional. Tanto como el ataque permanente a nuestro pueblo humilde que no llega a cubrir las necesidades básicas por el alto precio de los comestibles, las tarifas de los servicios públicos en manos de empresas privadas, el comportamiento repudiable de las empresas estratégicas para el desarrollo de nuestro país, también en manos trasnacionales.

Queremos poner de relieve que, si los atacantes hubieran logrado sus objetivos contra la vicepresidenta de la Nación, se habría generado una conmoción política, económica y social de consecuencias nefastas para nuestro pueblo, sumada a la ya muy grave situación actual.

En nuestra Asociación, con participación mayoritaria de sobrevivientes, familiares y compañerxs de Campo de Mayo que han vivido momentos atroces durante el terrorismo de Estado desde 1974 hasta 1983, sabemos de qué hablamos cuando reclamamos a las autoridades nacionales por la falta de justicia ante los crímenes, aún impunes, cometidos hace 50 años. Los asesinatos cometidos entre 1974 y 1976, antes del golpe militar, fueron planificados por los mismos personeros del régimen dictatorial que prepararon el clima asesinando, secuestrando y desapareciendo a militantes de izquierda, y preanunciando lo que vino después del 24 de marzo de 1976.

No es casual que los grupos económicos hayan planificado, financiado y dirigido el genocidio contra el pueblo argentino durante la última dictadura cívico-empresarial-militar y, al mismo tiempo, hayan sido los beneficiarios económicos de tamaña afrenta a la Humanidad.

Hoy nuestro país sigue sufriendo el embate de la dictadura neoliberal pergeñada por el capitalismo financiero desde 1976 y revitalizada por beneficiarios directos de la política argentina durante 2015-2019.

Aunque con distintos nombres y procederes, cada vez que se hizo tabla rasa de la institucionalidad, las fuerzas armadas de nuestro país se valieron de la fuerza del terror contra la población y actuaron como fuerzas de ocupación reprimiendo a su propio pueblo.



Cronología de la infamia

Golpe de Estado de 1930. El gobierno de Hipólito Irigoyen fue acusado de corrupto por los conservadores. La Corte Suprema justificó el golpe de estado y falló a favor del cártel Inglaterra-Estados Unidos para entregarles el petróleo argentino. Fue durante la “década infame”, la del “fraude patriótico”, cuando los ingleses manejaron los negocios con gobernantes locales afines.

Golpe de Estado de 1943. La guerra de rapiña mundial de 1939-1945 colocó a nuestro país como territorio en disputa entre ingleses y norteamericanos, para apropiarse de los mercados mundiales y resolver sus negocios externos.

Golpe de Estado de 1955. El gobierno del General Perón fue acusado de corrupto por los conservadores, quienes bombardearon la Plaza de Mayo y asesinaron a cientos de civiles. Tres meses después dieron el golpe que denominaron, con total cinismo, Revolución Libertadora, y dejaron sin efecto todos los derechos humanos, políticos y sociales conquistados durante años de lucha de los trabajadores. Los golpistas fueron tan liberales que no solo fusilaron a muchos opositores, sino que convocaron al Fondo Monetario Internacional (FMI) para terminar de condicionar nuestro desarrollo industrial.

Golpe de Estado de 1966. Esta vez lo llamaron “Revolución Argentina” aunque favoreció a los terratenientes ingleses. Con el sempiterno latiguillo fascista, el gobierno constitucional de Arturo Illia también fue acusado de corrupto por los conservadores. Sin embargo, las causas reales fueron haber dejado sin efecto los contratos petroleros con el cártel anglo-norteamericano. La ley Oñativia propuesta desde el Ministerio de Salud dejó sin efecto los contratos leoninos que beneficiaban a los laboratorios farmacéuticos extranjeros. Quizás el pecado mayor haya sido el presupuesto más alto de la historia para educación.

Golpe de Estado de 1976. El gobierno de María Estela Martínez de Perón fue acusado de corrupto por los conservadores reaccionarios y sus cómplices. Se formó la triple A que operó desde 1974, junto con varias bandas fascistas y con la anuencia de la justicia, para asesinar a más de mil opositores políticos. Las empresas multinacionales subieron vertiginosamente los precios de los alimentos e hicieron un lock-out patronal para generar descontento popular y acelerar el siguiente golpe de Estado que ya tenía fecha desde 1973. Volvió el FMI para ofrecer sus humanitarios “servicios financieros” al proceso de reorganización nacional, esta vez acompañado de genocidio. El poder económico de la mano de las fuerzas armadas violó todos los derechos humanos, políticos y sociales, destruyó la industria nacional, cerró 20.000 fábricas, favoreció al capital extranjero e impuso el liberalismo económico con salarios de hambre y alimentos a precios de privilegio. Las consecuencias de esta operatoria criminal fueron 30.000 desaparecidos, 500 niños robados, 10.000 presos políticos, 1.500.000 de exilados y 23.000.000.000 de dólares en deuda externa tomada por las empresas multinacionales y pagada por el pueblo argentino.

En democracia

Cuando creímos que la democracia iba a traer la solución a todos los problemas, nos encontramos con que, en los juicios a las juntas militares por los crímenes cometidos durante 1974-1983, no estaban todos los responsables sentados en el banquillo de los acusados. El poder económico siguió operando con chantajes y presiones. Los militares carapintadas presionaron con asonadas cuarteleras para dejar sin efecto la investigación de la deuda externa y legalizar la estafa. La justicia dejó de investigar a todos los torturadores y desaparecedores durante la dictadura, pues ya teníamos 9 dictadores juzgados y eso ya era suficiente.

Nunca pudimos conocer los archivos secretos de la dictadura. Sabemos que contienen los nombres de los apropiadores de los 500 niños robados a las prisioneras asesinadas y desaparecidas. También contienen los nombres y cargos de cada uno de los asesinos que torturaron, asesinaron y desaparecieron a 30.000 hombres y mujeres de nuestro pueblo. Y, sobre todo, en esos archivos están los nombres de los militares que formaron parte del directorio de cada una de las empresas multinacionales que dieron la orden de hacer desaparecer a sus propios trabajadores delegados gremiales. También están los nombres de los gerentes de las empresas multinacionales que llegaban de visita al Comando de Institutos Militares de Campo de Mayo. Así lo confirman múltiples testimonios que salieron a la luz durante los juicios por la represión a la contraofensiva Montonera. La protección del partido judicial al poder económico continúa hasta el día de hoy.

El Nunca más debe escribirse con toda la Verdad, toda la Memoria y toda la Justicia. No permitamos que la obediencia debida encubierta y un nuevo punto final biológico nos impidan conocer la verdad histórica sobre las estafas políticas, económicas y morales cometidas por una minoría parasitaria oligárquica.

Luego de esta síntesis histórica, deseamos reivindicar la lucha de todos los jóvenes estudiantes y trabajadores de la Unión de Estudiantes Secundarios, la Juventud Guevarista y la Federación Juvenil Comunista que fueron secuestrados y desaparecidos en Campo de Mayo durante agosto, septiembre y octubre de 1976, por luchar contra una dictadura fascista y por intentar cambiar el mundo opresor de la época.

Al mismo tiempo exigimos:

  • el cumplimiento de la Ley de los Espacios de Memoria en Campo de Mayo y por el desalojo de la guarnición militar, para que se investigue todo lo ocurrido durante el terrorismo de Estado en este lugar,

  • la apertura de todos los archivos de la represión de 1974 a 1983,

  • el enjuiciamiento de todos los beneficiarios económicos de la dictadura empresarial-eclesiástico-militar,

  • una investigación a fondo de la deuda externa actual y la devolución de las divisas fugadas, que siguen condicionando nuestro desarrollo nacional y benefician a unos pocos ladrones de guante blanco,

por todos los compañeros secuestrados y desaparecidos en los campos de concentración que funcionaron en Campo de Mayo, y

por la memoria de los 30.000 compañeros detenidos-desaparecidos.


Asociación sobrevivientes, familiares y compañerxs de Campo de Mayo.



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