Ante los graves crímenes de Chaco y Tucumán, ante el incremento de la violencia policial la Liga Argentina por los Derechos Humanos propone un mecanismo de control social sobre las fuerzas de seguridad. La pandemia desafía la sociedad Argentina y a los gobiernos, también pone de relieve los problemas estructurales que heredamos de décadas de dominación colonial y de intentos de superación de los problemas frustrados por las derechas y la resistencia imperial a todo cambio que los perjudique. No sólo emerge la miseria y la falta de condiciones dignas de vivienda para millones, también emerge la cultura represora hegemónica en las fuerzas policiales y de seguridad Lo primero es impedir que se naturalicen los crímenes policiales y mucho menos disimularlos o banalizarlos, Cada violación a los derechos humanos tiene un autor y una cadena de mandos que debe dar cuenta de estos hecho. En el vértice de esta cadena de mando están los gobernadores de quiénes exigimos autocrítica y balance de los pasos dados para terminar con esta situación intolerable por los comprometidos con la vida democrática. Corresponde señalar que la responsabilidad última en la garantía de los derechos humanos de los argentinos corresponde al Gobierno Nacional, tal cómo surge de los pactos y compromisos internacionales firmados. Lo exigimos en tiempos de Macri, cuando desaparecieron a Santiago, lo exigiremos siempre. Es la hora de asumir la conducción política de las fuerzas policiales con firmeza y convicción democrática, es la hora de investigar cada uno de los hechos denunciados, de separar de la fuerza a todos los involucrados garantizando una investigación verdadera (no amañada como la de los asesinos de Santiago Maldonado) que garantice Juicio y Castigo a todes los culpables. La pandemia ha originado la necesidad de ampliar los espacios en que actúan las fuerzas de seguridad, del mismo modo ha crecido la necesidad de su control por parte de las autoridades y las fuerzas sociales Dada la experiencia de los movimientos de Derechos Humanos en la lucha por la memoria la verdad y la justicia y el respeto que se han ganado en la sociedad y los organismos internacionales, proponemos la constitución de un espacio de control social en la que los organismos de Derechos Humanos pueden asumir la voz de los perseguidos y agraviados por las fuerzas policiales y de seguridad Un mecanismo que genere condiciones para la investigación independiente de los crímenes de estado tal cómo lo consideran los convenios internacionales sobre delitos y crímenes de estado.
La democracia que queremos se construye cada día y en la respuesta a la violación de los derechos de las personas. El futuro lo construimos ahora.
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