En la Argentina pos macrista es el único modo de frenar el Lawfare y recuperar garantías constitucionales perdidas: debido proceso, presunción de inocencia, libres hasta condena firme, etc. etc.
El macrismo formateó el núcleo duro del sistema judicial (la Corte Suprema, los Juzgados Federales de Comodoro Py, la Procuración General de la Nación, etc.) hasta convertirlos en grotescos y feroces instrumentos de la dominación colonial que Macri, Garavano, Bullrich, Vidal y Larreta llevaron adelante. Ese núcleo duro es incorregible y persistirá en la defensa de sus privilegios y sus proyectos persecutorios hasta el fin. Ahora su propia libertad depende de mantener sus privilegios y alianzas con la ultra derecha del PRO.
En diciembre de 2019 consideramos apto para el debate el proyecto de control de convencionalidad que trajo la senadora puntana Eugenia Catafalmo, luego el Dr. Eduardo Barcesat en común con los doctores Rusconi, Maximiliano y otros elaboraron propuestas diversas de comisiones legislativas de control de los actos persecutorios con forma judicial.
Al igual que el Senador Oscar Parrilli pensamos que un camino es la creación de una comisión bicameral, a la que nosotros proponemos ampliar con la participación del movimiento de derechos humanos que ha peleado todos estos años contra el lawfare y por la libertad de las y los presos políticos, a fin de poner al desnudo una a una las maniobras persecutorias que sufrió y sufren aquellos que el Poder Real considera inviables para la vida política pública.
No queremos dejar de reiterar que nuestro pedido de Indulto Reparatorio (no de perdón, sino de reparación que es distinto por naturaleza al dado a los genocidas por la derecha menemista) se basa en el mismo principio constitucional de control cruzado.
Indulto, amnistía, comisión de verdad sobre el lawfare, cualquier solución es buena.
Lo malo es que siga habiendo presos políticos.
buena. Lo malo es que siga habiendo presos políticos
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