Cuatro décadas atrás, cuando los ejecutores del genocidio estaban libres y en sus cargos militares, cuando el poder económico se fortalecía de la “miseria planificada”, la CONADEP hacía público el horror de los campos de concentración que funcionaron en nuestro país entre 1975 y 1983. Luego de menos de un año de trabajo de la Comisión, su informe final identificaba 340 centros clandestinos de detención y reconstruía el infierno vivido por 8961 de los compañeros y compañeras.
En aquel momento fuimos muy críticos de la Comisión y del informe. Seguimos siéndolo. Su contenido no se extendió todo lo que hubiera podido, se omitió el listado de perpetradores denunciados y el prólogo consolidaría la teoría de los “dos demonios” al equiparar la responsabilidad de los genocidas a la de las direcciones de las organizaciones populares armadas.
Pero la historia no terminó aquel 20 de septiembre de 1984, ni las investigaciones terminaron con esos meses de trabajo. El informe de la CONADEP lejos de clausurar el pasado, dio continuidad al camino de lucha por Memoria, Verdad y Justicia que seguimos construyendo. Recordamos y celebramos la investigación de la CONADEP como parte de ese camino, sabiendo que si hemos podido triplicar los lugares de concentración clandestina ubicados o la nómina de víctimas, es también porque nos paramos en ese “mojón”.
Los defensores de genocidas que hoy nos gobiernan pretenden borrar esa historia, pretenden discutir lo que hicimos durante estos cuarenta años con las cifras de aquel informe. Pretenden, una vez más, robarnos nuestra experiencia de lucha. Porque saben que en estos cuarenta años no solo aprendimos sobre nuestra historia. Aprendimos de organización, de unidad, de lucha; aprendimos que la única lucha que se pierde es la que se abandona y lo abandonamos. Fuimos David venciendo a Goliat, logrando lo que parecía imposible. Los más de mil genocidas condenados son una prueba de ello.
A 40 años del "NUNCA MÁS" tejer el plan de patria libre, soberana y justa es nuestra mayor ambición, e invitamos siempre a compartir esta lucha para construir un mundo nuevo, donde todos los derechos estén al alcance de todxs.
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