A VEINTE AÑOS DE LA MASACRE DE PUENTE PUEYRREDÓN, NOS SUMAMOS AL RECLAMO DE JUICIO Y CASTIGO A LOS INSTIGADORES Y RESPONSABLES POLÍTICOS
Luego de un fin de semana de vigilia y memoria, compartimos el recuerdo colectivo de la Liga en tiempos de estallido social. Que estas palabras sirvan para continuar sembrando la memoria, no solo de les caídes en manos del Estado, sino de las grandes gestas populares que supimos construir.
A partir de diciembre de 2001 quedó muy claro para los sectores dominantes de nuestro país que nuestro pueblo estaba dispuesto a defender sus derechos en las calles, sin hacer caso a estados de sitio o amenazas represivas. Desde entonces, todas las semanas se repitieron movilizaciones callejeras masivas en la Ciudad de Buenos Aires y otras del interior.
En este marco, el débil gobierno de transición encabezado por Eduardo Duhalde decidió dar la pelea para retomar el control del espacio público a través de una jugada doble: presentar un denuncia penal ante los jueces federales de Capital para ilegalizar los movimientos piqueteros y encarcelar a sus principales dirigentes, esperando así quebrar la voluntad del resto de las personas movilizadas y reprimir brutalmente la movilización prevista para el 26 de junio de 2002 en la zona del Puente Pueyrredón, echándole la culpa de las víctimas a los piqueteros. Para ambas operaciones contó con plena cooperación de los medios hegemónicos.
Ese día 26 de junio ocurrieron hechos que hoy son recordados y otros que merecen serlo. Las primeras escaramuzas cerca del puente; el asesinato de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki en la estación de Avellaneda; el intento del diario “Clarín” (con el célebre titular “La crisis causó dos nuevas muertes”), el resto de la prensa hegemónica y el gobierno de entonces de esconder la responsabilidad policial y dar a entender que los piqueteros habían sido muertos por sus propios compañeros; la valerosa aparición del “Ruso” Kowalewski que al entregar sus fotos a “Página 12” obligó a “Clarín” a publicar las suyas y ayudó a esclarecer la responsabilidad policial; la entrada a balazos de la Policía Bonaerense a un local del Partido Comunista, donde hirieron a varias personas de muy distintas orientaciones políticas, que se habían refugiado allí; la huida por los techos de algunos militantes, a uno de los cuales luego le dispararon a quemarropa a la cabeza con balas de goma (que podrían haberlo matado, dado el lugar y distancia de los disparos); la actitud del diputado Luis Zamora (el primero que logró parar la represión policial en el lugar) y los demás militantes de izquierda que fueron hacia la zona para frenar los ataques policiales y tratar de liberar a les más de cien detenides; el detalle en la Comisaría 1º de Avellaneda, donde estaban la mayoría de les detenides, del nombre de Miguel Etchecolatz entre los antiguos jefes de la dependencia, todos ellos honrados con placas en su honor; el policía de inteligencia de la Policía Federal Argentina que apareció insólitamente en esa seccional a pedir la nómina concreta de les detenides; la masiva movilización que esa misma noche se realizó en CABA (con muchos manifestantes del Conurbano) para repudiar la versión oficial y reclamar justicia; la detención de todes les ocupantes de uno de los micros que llevaban manifestantes desde provincia, llevados a la Comisaría cercana a la cancha de Vélez y prontamente liberados.
Por supuesto, la Liga no faltó entre quienes desde muy diversas organizaciones se esforzaron ese día en la defensa de nuestro pueblo: recordamos a todes elles en nuestra Presidenta Graciela Rosenblum y el abogado luchador contra el gatillo fácil León “Toto” Zimerman.
A 20 años de los hechos, a pesar de la cantidad de elementos probatorios que demuestran el interés del Gobierno nacional en las acciones cometidas por las fuerzas represivas, principalmente de la Policía Bonaerense, ninguno de los dirigentes políticos ha sido imputado y sólo han sido condenados algunos de los policías que fueron autores directos de estos crímenes.
Junto a las organizaciones hermanas, nos sumamos al reclamo por el juicio y castigo a todos los responsables y homenajeamos a todes les compañeres movilizados el 26 de junio de 2002, prometiendo proseguir con su lucha por un país justo y solidario para todes sus habitantes.
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